A una niña
Hace meses que por distintas causas no te veo, pero cada día te recuerdo y casi siempre, al pensar en tu carita, en tus palabras, en tus movimientos, en tus pequeñas diabluras, aflora en mi una sonrisa, y un inmenso amor.
Tu no lo sabes, porque aún eres muy pequeña, pero fuiste una de las personas que más me ayudó a seguir adelante en momentos un tanto complicados.
Llegaba del trabajo y, al doblar la última esquina camino de casa, mi cara se iluminaba al saber que iba a encontrarme contigo. Abría la puerta y allí estabas tu. Casi siempre el mismo juego: yo preguntaba en voz alta por tí; decía 'vaya, no está', y tu aparecías detrás del sillón donde te habías escondido nada más oir la llave en la cerradura.
Hace mucho tiempo que ya no disfruto de ese juego, porque ahora vives lejos. Este sábado tenía la ilusión de verte, pero de nuevo, no pudo ser. Sólo espero que sepas que siempre estaré ahí, esperando a que aparezcas detrás de algún sillón imaginario, y que, aunque ninguna sangre nos une, el cariño que te tengo no desaparecerá nunca.
Puede que no sea posible que nos veamos, pero tienes un sitio bien grande en mi corazón, y sólo por haberte conocido, y haber disfrutado un tiempo de tu compañía, me siento inmensamente afortunada.
Gracias enana.
Hace meses que por distintas causas no te veo, pero cada día te recuerdo y casi siempre, al pensar en tu carita, en tus palabras, en tus movimientos, en tus pequeñas diabluras, aflora en mi una sonrisa, y un inmenso amor.
Tu no lo sabes, porque aún eres muy pequeña, pero fuiste una de las personas que más me ayudó a seguir adelante en momentos un tanto complicados.
Llegaba del trabajo y, al doblar la última esquina camino de casa, mi cara se iluminaba al saber que iba a encontrarme contigo. Abría la puerta y allí estabas tu. Casi siempre el mismo juego: yo preguntaba en voz alta por tí; decía 'vaya, no está', y tu aparecías detrás del sillón donde te habías escondido nada más oir la llave en la cerradura.
Hace mucho tiempo que ya no disfruto de ese juego, porque ahora vives lejos. Este sábado tenía la ilusión de verte, pero de nuevo, no pudo ser. Sólo espero que sepas que siempre estaré ahí, esperando a que aparezcas detrás de algún sillón imaginario, y que, aunque ninguna sangre nos une, el cariño que te tengo no desaparecerá nunca.
Puede que no sea posible que nos veamos, pero tienes un sitio bien grande en mi corazón, y sólo por haberte conocido, y haber disfrutado un tiempo de tu compañía, me siento inmensamente afortunada.
Gracias enana.
Comentarios