Espíritu de servicio



   Comentaba esta semana con una persona cuyos puntos de vista siempre me parecen interesantes que si cambiásemos la actitud de dirigir por la de servir las cosas puede que fueran mejor.

    Hablábamos, cómo no, de la situación económica y social que sufrimos, pero también de una disposición personal a hacer aquello que debemos con ganas y responsabilidad.

    Conozco algunas personas --tampoco demasiadas, para ser sincera-- que dedican parte de su vida a dar aquello que pueden sin esperar nada a cambio. Se trata de seres humanos que no buscan sobresalir y que con su labor casi siempre anónima se dedican a buscar soluciones en vez de quejarse constantemente de los problemas.

   Vaya por delante que yo no me encuentro entre esta gente que tanto me gusta, pero procuro compartir todo lo que puedo con este tipo de personas, a ver si así se me pega algo y dejo también de lamentarme.

   Por eso hoy quiero renovar mi compromiso conmigo misma de mirar más lo que puedo hacer yo que lo que pueden aportar los demás. Y si se me permite, animo a quienes tienen más responsabilidades --políticas, económicas,...-- a que reflexionen sobre si lo que hacen tiene como noble objetivo ayudar a quien más lo necesita.

   Y es que ahora --supongo que como siempre-- tod@s necesitamos de tod@s. O tomamos el camino de la solidaridad o terminaremos cayendo al precipicio. Ánimo.

Comentarios

Entradas populares