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Nuevo Año ¿Tiempo de cambios?
En breve terminará 2018 y dará comienzo un nuevo año. Muchas personas piensan en los cambios que deben introducir en su vida para mejorarla. Son los propósitos típicos de esta época.
Sin embargo, muchos de esos cambios vendrán solos. Es decir, no los vamos a propiciar nosotros sino la propia vida, a veces generosa, en ocasiones difícil.
Son nuevos caminos que se nos abren y otros que se nos cierran sin que contáramos con ello.
Trabajos que perdemos, personas que se van, otras que entran a formar parte de nuestra vida sin haberlas buscado. Son los cambios que no decidimos, los que nos sobrevienen sin ni siquiera haberlo imaginado.
A veces, más que cambios son 'tsunamis' que nos arrasan. Que nos dejan devastados y de los que tardamos tiempo en recuperarnos.
Sin embargo, y por duras que sean, a veces son alteraciones en nuestra vida que llegan a transformarnos y no siempre para mal.
Son sucesos que nos marcan, que dejan secuelas y tal vez heridas que nunca cicatrizarán del todo. Pero eso mismo hace que, aunque sea a la fuerza, nos volvamos más resistentes y más serenos ante la adversidad.
Hoy que se aproxima un nuevo año, dejo atrás muchas cosas, algunas de ellas, indeseadas. Lo que el futuro me depare me preocupa, pero tengo la sensación de que poco puedo hacer y de que tal vez sucederá lo que convenga, por mucho que, de entrada, no alcance a comprenderlo.
En fin, de que seguramente no está del todo en mi mano decidir sobre mi vida. Sin embargo, en mí está cómo decida enfrentarla. Dicho esto, os deseo un 2019 que, si es posible, esté lleno de buenas noticias.
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