CONSTITUCIÓN: ¿Dónde está el espíritu de Consenso?
Acabamos de celebrar el 40 aniversario de la Constitución Española, cuya redacción fue posible gracias a un amplio consenso entre partidos de izquierda y derecha que dejaron a un lado sus intereses partidistas para dotar a España de un texto legal, que hizo posible la creación del actual estado democrático.
También de la participación de la sociedad española que seguía atenta a los debates de la comisión encargada de redactar el anteproyecto, que tuvieron lugar primero en la sede el Congreso y posteriormente en el Parador de Gredos. Allí, siete políticos de 'altura' no escatimaron esfuerzos hasta lograr el acuerdo.
Manuel Fraga Iribarne, en representación de Alianza Popular; Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, por la UCD; Jordi Solé Tura (PSUC); Gregorio Peces-Barba (PSOE); Miquel Roca i Junyent, uno de los fundadores de Unió Democràtica per Catalunya; Gabriel Cisneros Labora, (Unión del Centro Democrático); y José Pedro Pérez-Llorca (UCD) fueron los 'padres' de la Carta Magna.
Cuando miro esta época no exenta de dificultades, envidio a aquellos políticos de miras altas que pusieron todos sus esfuerzos en llegar a acuerdos en lugar de en distanciarse cada vez más hasta dar lugar a la esperpéntica situación que hoy se vive en España, donde el espíritu de consenso ha desaparecido.
No lo hay entre los partidos democráticos, enfocados en llegar al poder para hacer ¿qué? o en independizarse al precio que sea. ¿Y entre la ciudadanía? Pues más de lo mismo. Sólo hay que visitar las redes sociales para ver como se las gasta el personal.
Vaya por delante que no soy una experta en la transición española --me pilló muy joven-- ni estoy inmersa en la actualidad porque, por salud mental, intento saber lo preciso. He dejado el oficio de periodista para dedicar tiempo a mí y a mis seres queridos, viajar y escribir de lo que me plazca.
Pero obviamente sigo con interés los principales acontecimientos y lo que veo no me gusta. Ascenso de la ultraderecha; partidos de derecha que se dicen moderados, planteándose acuerdos con VOX para el asalto al poder en Andalucía; un PSOE sin la fuerza que tuviera en otras épocas; una Izquierda Unida casi sin identidad, y unos independentistas que vagan sin rumbo hacia un futuro incierto, y que en su deambular están haciendo daño a España y a Cataluña.
Veo 'ladrones de guante blanco' que saldrán de la cárcel antes de que acabe de escribir este artículo, sin devolvernos lo que han robado, y políticos que han mentido hasta en su currículum hablando de honestidad y de acabar con la corrupción, esa losa ante la que han permanecido de espaldas durante muchos años.
La Constitución española necesita de una reforma pero los políticos actuales requieren de un cambio aún mayor. Y también los españoles, incluso los que lo son 'a la fuerza. Porque así no vamos a ningún lado. A no ser que queramos hacer una transición hacia la nada.
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